La pantalla es grande y brillante, me encanta la visibilidad bajo el sol. No necesito forzar la vista para ver las notificaciones.

Su sensor de ritmo cardíaco es bastante preciso, lo comparé con un medidor profesional y apenas hubo diferencia.

La batería me dura casi tres días con uso moderado. No es lo máximo, pero por el precio está bastante bien.

Responde bien a las llamadas por Bluetooth, el altavoz tiene buen volumen y el micrófono capta la voz sin problemas.

Las notificaciones llegan rápido y son fáciles de leer en la pantalla. Me encanta poder ver WhatsApp sin sacar el celular.

El monitoreo del sueño me ayuda a entender mis hábitos de descanso. Me sorprendió ver qué tan ligero duermo.

Se sincroniza bien con mi iPhone y la app tiene varias opciones de personalización, aunque podrían mejorar la interfaz.

Lo uso en el gimnasio y el contador de pasos y calorías es bastante acertado. Me motiva a seguir moviéndome.

El diseño es robusto y elegante, parece un smartwatch de gama alta sin gastar tanto dinero.

El control de música funciona sin problemas, puedo cambiar de canción o ajustar el volumen mientras entreno.

Resiste bien salpicaduras y sudor, pero no me arriesgaría a sumergirlo en agua. Mejor prevenir que lamentar.

Me gusta la función de recordatorio de sedentarismo, me avisa cuando llevo mucho tiempo sin moverme.

Tiene varios modos deportivos, aunque no sé qué tan precisos sean. Para caminatas y ciclismo funciona bien.

La carga magnética es práctica, aunque tarda un poco en cargarse por completo.

Las carátulas son variadas y se pueden cambiar fácilmente, lo hace más personalizable según el estilo de cada quien.